En este post, aprenderás una técnica divertida y efectiva para evitar las rabietas en los niños por la mañana.
A través de una anécdota personal, descubrirás cómo el sentido del humor no solo puede salvar el día, sino también reforzar el vínculo con tus hijos.
Una Mañana Desafiante
Como padre de un niño de casi 4 años, sé que no todas las mañanas son perfectas.
Hoy, mi hijo estaba reacio a ir a la escuela.
Ya desde el desayuno, que generalmente disfruta, empezó a mostrar signos de descontento pidiendo más comida de lo habitual en un intento por prolongar la mañana:
– “¡Papá, quiero un yogur también!” (Con voz de protesta).
Noté por su tono que, si no le daba el yogur, se iba a enfadar, pero también sabía que no era por hambre, sino por querer evitar ir a la escuela.
Entonces, ¿cuál fue mi estrategia para desactivar la potencial rabieta?
El Truco de la Dentadura
Ante la inminente negativa y sabiendo que provocaría una rabieta, decidí emplear una táctica diferente:
[Escodiendo los dientes y hablando con dificultad]
Yo: – “¡Oh! ¡Alguien ze me ha llevado mi dentaduda! ¡Corre, ayúdame a buzcarla!”
Mi hijo captó inmediatamente que era una broma y sonrió al instante.
Luego, preguntó:
– “¿A ver, papá? ¿No tienes dientes?”
Yo: – “¡Ze los ha llevado el ratoncito Pérez! Vamoz a tu cuarto a ver zi eztá allí.”
En su cuarto, fingí encontrar mi dentadura debajo de su cama y me la puse, recuperando mis dientes, lo que provocó una gran carcajada en mi hijo.
El Sentido del Humor para Días Felices
Una simple broma cambió el rumbo de nuestra mañana.
Este episodio es un ejemplo más de cómo el buen sentido del humor, combinado con un poco de creatividad, puede retomar el día por buen camino.
Te recomiendo tener siempre a mano un truco como este. Otras ideas pueden ser convertirse en un robot, o confundir objetos cotidianos, como la nevera con un cajón.
A menudo, a los niños les divierte ver a los adultos cometer errores obvios como no saber encontrar cosas, contar mal o equivocarse con colores.
Atribuciones a mi Abuelo
Este truco de la dentadura se lo debo a mi abuelo, que en paz descanse.
Aunque él falleció cuando yo era muy pequeño, recuerdo vívidamente cómo me hacía reír sacando su propia dentadura postiza.
Gracias, abuelo, por enseñarme el valor de la risa.
Conclusión: El Humor para Evitar Rabietas por la Mañana
Usar el humor para gestionar las rabietas puede ser una estrategia maravillosa para los padres.
No solo previene el conflicto, sino que también crea momentos memorables de alegría y conexión.
¿Tienes algún truco similar que quieras compartir? ¡Cuéntame en los comentarios cómo haces reír a tus hijos y gestionas las situaciones desafiantes!
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