Destacar en algo es simple.
Tan simple que todo el mundo lo puede entender.
¿Quieres un torso musculado? Haz flexiones cada día.
¿Quieres escribir textos memorables? Escribe cada día.
¿Quieres ser un maestro del ajedrez? Juega partidas cada día.
¿Quieres destacar en dormir la siesta? Hay más competencia… pero la misma fórmula funciona.
¿Magia? No. Repetición.
Kobe Bryant lo sabía.
El tipo llegaba a los entrenos a las 4 de la mañana y no se iba hasta encestar 800 tiros.
Cada día.
Llueva, truene o hubiera partido ese mismo día.
Y cuando un compañero le preguntó por qué hacía siempre lo mismo, contestó:
“Porque si repito lo básico mejor que nadie, seré mejor que todos.”
Pero repetir y repetir no lo hace casi nadie.
¿Por qué?
Porque es aburrido.
Porque no estamos programados para hacer lo mismo una y otra vez.
Y aquí es donde tú decides:
¿Quieres no aburrirte o quieres destacar?
Porque sí, repetir no es emocionante.
Pero no tener lo que quieres… eso sí que cansa.
Lee esto, anda:
La mejor inversión que puedes hacer si de verdad estás comprometido con tu crecimiento personal.
Abrazo.