En tu vida cotidiana, los ascensores son espacios donde convives brevemente con otras personas.
Aunque parezca un detalle trivial, la manera en que compartes los ascensores puede influir en tu bienestar y en el de los demás.
En este post, quiero explicarte algunos comportamientos básicos pero esenciales para mantener la cortesía y el respeto en los ascensores.
Estos simples gestos no solo mejorarán la experiencia para todos, sino que también beneficiarán tu imagen personal y bienestar.
Saluda
Una de las cosas que más me molesta es la pérdida de los modales básicos, como saludar y despedirse al entrar y salir del ascensor.
No somos meros fantasmas o muebles; somos personas, y no importa si no nos conocemos.
Un simple «hola» o, mejor aún, «buenos días» es un gesto que no cuesta nada y que genera una atmósfera positiva.
Este pequeño acto de cortesía puede mejorar significativamente el ambiente en el ascensor y hacer que todos se sientan más cómodos y valorados.
No Mires el Móvil
El trayecto en un ascensor suele durar menos de 5 minutos.
¿Realmente necesitas entretenerte durante esos pocos minutos mirando el móvil?
Esta adicción a buscar recompensas inmediatas en forma de mensajes, fotos o videos puede perjudicar tu autocontrol y tu capacidad para disfrutar de la vida a un ritmo más relajado.
Además, la postura que adoptamos al mirar el móvil, con la espalda encorvada y la barbilla hacia abajo, no es nada inspiradora ni saludable.
Aprovecha estos minutos en el ascensor para desconectar y estar presente en el momento.
No te Apoyes
El tiempo en el ascensor es corto, apenas unos minutos o segundos.
¿Realmente estás tan cansado que necesitas apoyar tu espalda en la pared de la cabina para estar más cómodo?
Esta postura transmite una imagen de bajos niveles de energía y puede ser contagiosa para quienes te rodean.
Mantente erguido y proyecta una imagen de vitalidad y respeto hacia los demás, y evita darles la espalda.
Conclusión
Lo que te he comentado aquí es lo básico, pero si quieres ir más allá y elevar tus buenos modales, puedes preguntar a las personas que entran a qué piso van y pulsar el botón por ellos, o sostener la puerta para evitar que se cierre antes de que todos hayan entrado o salido sin estrés.
En definitiva, el ascensor es un espacio donde la cortesía y el respeto pueden marcar una gran diferencia.
Saludando, evitando mirar el móvil y manteniéndote erguido, no solo mejoras la experiencia para ti y los demás, sino que también proyectas una imagen de respeto y energía positiva.
Recuerda que son los pequeños detalles los que marcan la diferencia y construyen un entorno más amable y respetuoso.
¿Has notado estos comportamientos en tu día a día? ¿Qué otros hábitos crees que podrían mejorar la convivencia en los ascensores?
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