¿Te has preguntado alguna vez qué significa realmente ser uno de los «elegidos»? Jesús dijo una frase que ha perdurado a lo largo de los siglos: «Muchos son los llamados y pocos los elegidos».
Estas palabras, aunque puedan parecer misteriosas o incluso duras, contienen una verdad poderosa y llena de esperanza para quienes buscan dar lo mejor de sí mismos en la vida.
¿Quieres saber cómo aplicarlas para convertirte en uno de esos pocos elegidos?
Hoy reflexionaremos sobre su significado y cómo hacer que tú seas uno de ellos.
El Contexto de la Frase
La frase «muchos son los llamados y pocos los elegidos» aparece en el evangelio de Mateo (22:14).
El contexto es la parábola del banquete de bodas, donde un rey prepara una gran fiesta para celebrar la boda de su hijo e invita a muchos.
Sin embargo, algunos de los invitados originales rechazan la invitación, así que el rey extiende su invitación a todos, tanto a «buenos como malos».
Finalmente, un hombre entra al banquete sin llevar el atuendo adecuado y es expulsado.
La enseñanza de esta parábola nos muestra que todos están invitados a ser parte de algo grande, pero no todos están dispuestos a aceptar esa invitación ni a prepararse adecuadamente.
Aplicada a la vida, esta frase sugiere que hay oportunidades para todos, que muchos tienen el potencial de alcanzar cosas maravillosas, pero solo algunos están dispuestos a hacer lo necesario para ser «los elegidos».
Es un recordatorio de que el éxito, el crecimiento personal y la realización no se deben solo al talento o al llamado; también implican acción y una actitud abierta al cambio.
La Diferencia Está en el Compromiso
Ser el «elegido» no se trata de ser alguien superior o de tener un destino predeterminado.
Es más bien una cuestión de actitud y compromiso.
Todos somos llamados a diferentes cosas en la vida: proyectos personales, metas profesionales, relaciones, o simplemente la búsqueda de nuestro mejor yo.
Pero lo que nos convierte en los «elegidos» es nuestra disposición a responder a ese llamado con acciones concretas.
Un ejemplo de alguien que fue «el elegido» podría ser Thomas Edison, el inventor de la bombilla.
Edison fue «llamado» por su pasión por la invención, pero lo que lo convirtió en «el elegido» fue su perseverancia implacable.
Probó más de mil filamentos diferentes antes de encontrar el que funcionaba.
Mientras muchos podrían haber desistido tras varios fracasos, él se mantuvo fiel a su llamado.
La diferencia entre Edison y muchos otros que fueron «llamados» a innovar es que él decidió aceptar la invitación, vestirse adecuadamente (con esfuerzo y dedicación) y convertirse en el «elegido».
La historia está llena de ejemplos como este: personas que se prepararon para su gran momento, que actuaron con determinación y que no dejaron pasar la oportunidad cuando llegó.
Cómo Ser “El Elegido”
Ser uno de los pocos elegidos implica escuchar tu propio llamado y actuar en consecuencia.
¿Cuál es tu gran objetivo en la vida?
¿Qué sueños tienes que aún no has perseguido?
La diferencia está en cómo respondes a ese llamado:
- Escucha con atención: A veces el llamado de tu vida es claro y fuerte, como un sueño de la infancia que nunca se ha apagado. Otras veces, es un susurro sutil que debes aprender a escuchar. Reflexiona sobre lo que te apasiona y lo que te motiva a levantarte cada mañana.
- Actúa con intención: No basta con saber cuál es tu llamado; debes tomar acción. Haz un plan, traza metas claras y da el primer paso. Como dice una frase famosa: «El viaje de mil millas comienza con un solo paso». Cada día que tomas acción, te estás acercando más a ser «el elegido».
- Persevera ante los desafíos: En el camino habrá momentos difíciles, fracasos y dudas. Pero recuerda: los «elegidos» no son aquellos que nunca fallan, sino los que se levantan cada vez que caen. La historia de éxito de cualquier persona está llena de obstáculos, pero lo que la diferencia es su capacidad de perseverar.
Conclusión
Jesús dijo que «muchos son los llamados y pocos los elegidos», pero eso no significa que tú no puedas ser uno de esos elegidos.
La oportunidad está ahí, el llamado ya ha sido hecho; lo que importa es cómo respondes a él.
Así que toma acción hoy, comprométete con tus sueños y prepárate para tomar acción.
Porque al final, ser «el elegido» se trata de aceptar el desafío de ser todo lo que puedes ser.
¿Qué vas a hacer para perseguir tus sueños? Dímelo en los comentarios, estaré encantado de leerte y apoyarte.
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“El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día tras día.”
Robert Collier, escritor y empresario estadounidense
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