Todos llevamos una voz interna que nos susurra constantemente lo que deberíamos hacer para alcanzar nuestra mejor versión. Es la voz que te anima a leer un libro en lugar de quedarte en el sofá viendo una serie, la que te dice que elijas un plato saludable en vez de ese bollo insano, y la que te impulsa a madrugar para aprovechar mejor el día. Esa voz no es otra que la de tu “yo elevado”, la voz de tu conciencia, tu mejor versión. Pero, ¿cuántas veces realmente la escuchamos y actuamos en consecuencia?
Hoy te voy a mostrar cómo hacer caso a esa voz puede cambiar radicalmente tu autoconcepto y por qué hacer cosas difíciles es la clave para reforzar tu autoconfianza y diferenciarte de los demás.
El Secreto para Construir Autoconfianza
La mayoría de la gente opta por el camino fácil, el de menor resistencia. Sin embargo, si realmente quieres mejorar tu autoconcepto y verte como una persona fuerte y confiable, debes hacer lo contrario.
Los grandes logros no se alcanzan desde la comodidad; requieren superar una resistencia. Cuando te enfrentas a retos difíciles, te demuestras a ti mismo que eres alguien que no se rinde, alguien que no falla. Es entonces cuando empiezas a cambiar la percepción que tienes de ti mismo, porque cada obstáculo superado refuerza la creencia de que eres capaz de más.
Por ejemplo, levantarte temprano cuando la cama parece tener un imán que no te deja ir, hacer esa última repetición en el gimnasio cuando tus piernas gritan “basta”, o decir “no” a esa invitación a salir cuando sabes que necesitas trabajar en tu proyecto. Cada vez que eliges el camino difícil, estás reforzando la idea de que eres alguien que se distingue de los demás, que no cae en hacer lo fácil como la mayoría.
La Voz de la Conciencia Es tu “Yo Elevado”
Esa voz interna, a la que a menudo llamamos conciencia, es en realidad la voz de tu “yo elevado”, esa parte de ti que sabe lo que es mejor y lo que deberías estar haciendo.
Es la voz que te habla cuando estás perdiendo el tiempo en redes sociales y te recuerda que podrías estar avanzando hacia tus metas personales.
Es la voz que te anima a invertir en tu crecimiento personal, a dedicar tiempo a leer, aprender o trabajar en un proyecto importante.
Cuando sigues las indicaciones de tu “yo elevado”, estás alineando tus acciones con tus valores y aspiraciones más profundas. Estás actuando en coherencia con la persona que quieres llegar a ser. Al hacerlo, no solo mejoras tu autoconcepto, sino que también previenes el arrepentimiento futuro, porque sabes que estás dando lo mejor de ti en cada momento.
Ejemplos Cotidianos
- Alimentación: Cuando estás en una cafetería y ves un croissant en el mostrador, la voz de tu “yo elevado” te dice que elijas una opción más saludable, como un batido verde o una ensalada de frutas. Si ignoras esa voz, no solo eliges lo fácil, sino que refuerzas la creencia de que no tienes autocontrol.
- Estudio y trabajo: Si has planificado trabajar en un proyecto importante pero decides ver una serie en la tele, tu “yo elevado” te estará recordando constantemente que estás dejando de avanzar hacia tus metas. Seguir esa voz y apagar la televisión para concentrarte en tu trabajo te hace sentir más realizado y satisfecho.
- Ejercicio físico: La mayoría de las personas prefieren evitar el gimnasio o el ejercicio, especialmente cuando están cansadas. La voz de tu “yo elevado” te anima a ir de todos modos, porque sabe que al terminar el entrenamiento te sentirás mejor contigo mismo y habrás demostrado que eres capaz de superar la pereza.
- Relaciones personales: En una discusión, tu “yo elevado” te dice que no pierdas los estribos y que respondas con calma y comprensión. Hacerle caso puede evitar conflictos y mejorar tus relaciones.
La Mediocridad es Ignorar a tu “Yo Elevado”
Cada vez que ignoras la voz de tu “yo elevado”, estás eligiendo la mediocridad.
Es fácil caer en la tentación de lo cómodo, de lo que no exige esfuerzo ni sacrificio. Sin embargo, es precisamente en esos momentos cuando debes ser más tajante y optar por hacer lo que sabes que es correcto, aunque cueste.
La diferencia entre las personas que logran sus sueños y las que no es que las primeras escuchan y actúan de acuerdo con su “yo elevado”, mientras que las segundas prefieren ignorarlo y conformarse con lo fácil.
¿Cómo Escuchar Más a Menudo a tu “Yo Elevado”?
- Practica la atención plena: Mantente consciente de tus pensamientos y acciones. Cuando te enfrentes a una decisión, pregúntate qué haría tu mejor versión.
- Establece metas claras: Cuanto más claros sean tus objetivos, más fácil será identificar las acciones que te acercan a ellos y las que te alejan.
- Haz revisiones diarias: Antes de dormir, reflexiona sobre tu día. ¿Escuchaste la voz de tu “yo elevado” o la ignoraste? ¿Qué puedes hacer mañana para mejorar?
- Encuentra un propósito mayor: Cuando sabes por qué estás haciendo algo, es más fácil encontrar la motivación para seguir la voz correcta, incluso en los momentos difíciles.
Conclusión: Haz de tu “Yo Elevado” tu Guía y Transforma tu Vida
Escuchar y actuar conforme a la voz de tu “yo elevado” es la clave para mejorar tu autoconcepto y convertirte en la persona que siempre has querido ser.
La próxima vez que enfrentes una decisión, pregúntate si estás optando por lo fácil o por lo correcto.
Recuerda que cada vez que sigues la voz de tu conciencia, estás más cerca de alcanzar tus sueños.
¿Qué acciones difíciles estás dispuesto a tomar hoy para mejorar tu autoconcepto? Cuéntame en los comentarios. Te leo y respondo.
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“La voz de la conciencia es la presencia de Dios en el alma.”
Victor Hugo, escritor y poeta francés
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