¿Alguna vez has pensado que tu relación con la comida va mucho más allá de contar calorías o seguir dietas de moda? Tus hábitos alimenticios no solo dependen de lo que eliges comer, sino de lo que crees sobre esos alimentos.
Todo lo que comes está marcado, en última instancia, por lo que piensas y sientes al respecto.
Si piensas que un alimento es perjudicial para tu cuerpo, te aseguro que harás lo posible por evitarlo.
¿Por qué? Porque tu mente ya lo ha clasificado como algo que debes evitar.
Lo mismo sucede con los alimentos que consideras beneficiosos: si crees que algo es saludable, lo incluirás en tu dieta casi sin pensarlo. Y aquí es donde surge una gran verdad: tus creencias son las que imprimen tus decisiones alimenticias en el plano físico.
Cambia tu Mente, Cambia tu Plato
Para la mayoría de las personas, cambiar de alimentación se traduce en dietas y planes que exigen disciplina y voluntad. Pero ¿y si te dijera que eso es solo la punta del iceberg?
En realidad, para lograr cambios profundos y sostenibles en tus hábitos alimenticios, el verdadero cambio debe comenzar en tu mente, en las creencias que tienes sobre la comida.
Recuerda que todo en la vida se crea dos veces: primero en la mente y luego en el mundo físico.
Cada invento, cada obra, cada logro humano existió primero en la mente de su creador antes de tomar forma. ¿Por qué tu físico y tus hábitos alimenticios habrían de ser la excepción?
Si logras alinear tus creencias con el estilo de vida saludable que deseas, esos cambios que ahora parecen difíciles se convertirán en una realidad mucho más sencilla de alcanzar.
¿Quieres Ser una Persona Activa? Empieza a Pensar como Tal
Si deseas incorporar el deporte y la actividad física en tu vida, el primer paso es cambiar tu identidad.
Verás, el esfuerzo para hacer ejercicio se desvanece cuando realmente te crees una persona activa.
No se trata solo de hacer deporte, sino de ser alguien para quien moverse, cuidar su cuerpo y disfrutar de una vida saludable es natural.
Lo mismo ocurre con la alimentación: si tu identidad se alinea con la de una persona que cuida lo que come, todo será más fácil. Así que, en lugar de enfocarte en hacer cambios superficiales y luchar contra ti mismo, concéntrate en construir una identidad y unas creencias que te impulsen naturalmente hacia esos hábitos saludables que deseas.
Conclusión: Transformación de Adentro Hacia Afuera
No eres lo que comes, eres lo que piensas.
Si realmente deseas un cambio duradero, trabaja primero en tus creencias y en cómo te ves a ti mismo.
Cuando cambies la manera en que piensas sobre la comida y sobre ti, tu cuerpo y tus hábitos se transformarán casi sin esfuerzo.
¿Qué piensas? Deja un comentario sobre qué creencias te gustaría tener para imprimir en tu vida.
Únete a mi canal gratuito de WhatsApp para recibir más contenido exclusivo e inspirador, diseñado para ayudarte a crecer y lograr tus objetivos cada día. ¡No te lo pierdas!
“El cuerpo es un templo; el alimento es un ritual. Cuida de ambos con gratitud y sabiduría.”
Deepak Chopra, escritor y orador sobre bienestar físico y espiritual
¡Comparte y comenta si te ha gustado!
💡
¿Tu Próxima Gran Inversión?
Invierte en ti mismo y desbloquea tu potencial con «Claridad Ancestral»
Descubre enseñanzas milenarias para alcanzar una vida más plena y significativa.
Deja una respuesta